Me falta esa mirada
que me llenaba la vida
y ese temblor que sentía
cuando le tenía en la cama.
Me falta un poco de calma
y una parte de mi risa,
y un trocito que me dio
que completaba mi alma.
Y me faltan las ganas
de otra piel sobre la mía,
porque mi tripa me grita
que sólo quiere la suya.
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