Ya sé que no puedo volver al último mundial,
ni a aquel reservado en Sevilla,
ni a las noches robando besos y lumbre,
amaneciendo con un baño en el océano.
Ya sé que el final de Lost fue una mierda,
pero repetiría esa decepción en la misma cama,
y volvería a los mismos bares que mecían mi insomnio
aunque los martes no fueran días para tener resaca.
Ya sé que no siempre se cumplen años
recibiendo un si a seis meses entre canales,
y que “The Killers”, fue la banda sonora
de un microrrelato, no de una historia con final feliz.
Ya sé que la Mala Vida sólo es un rincón de la Latina,
donde celebrábamos cualquier cosa,
que el Tunel ahora suena a jazz y que al Verde,
ya sólo le queda su nombre y no suenan guitarras en verano.
Y ya, ya lo sé, que no se puede vivir en el pasado,
que te crece el dolor de lo que extrañas,
pero este presente no
me vale, que está lleno de miedo
y el futuro se llama incertidumbre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario