Algo se ha quedado de mí en tus ojos,
en esa mirada transparente,
donde me vi reflejada, tres días y tres noches,
contándote los secretos de mi espiral
y mirando, a través de los tejados de mi casa,
la forma de saltar como una gata y huir.
Haciendo maletas imaginarias,
recorriendo el mundo de tu mano.
Pero tú, no sabes qué mano coger..
Y de nuevo los brazos vacíos tiritando de frío,
y de nuevo las noches en vela,
y de nuevo besos con sabor a despedida.
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