A todos mis amores, os escribo con el corazón helado, con el alma confundida de sentimientos, a todos mis amores, los no correspondidos y los correspondidos durante años o una noche…
A todos mis amores, os pido el tratado de paz, porque me rindo…habéis ganado la guerra, me habéis destrozado en batallas, algunas con caballerosidad, y otras, como espías que traicionan a su patria, con puñaladas en la espalda…
A todos mis amores, os pido clemencia, que me deis tiempo para curarme, que el pedazo de corazón sano que me queda, lo dejéis en paz,…no volváis de nuevo a mi vida, no me deis besos de Judas ni me améis una noche para luego hacerme prisionera de guerra…
A todos mis amores, no mandéis tropas en son de paz porque son guerras encubiertas que matan civiles y dejan mi cuerpo lleno de viudas…
A todos mis amores, habéis conquistado todos mis territorios, devolvedme tan solo uno para que pueda vivir, devolvedme tan solo uno para que pueda plantar flores, para que pueda volver a crecer mi nación, para que pueda gobernarme de nuevo, dadme la independencia y mis propias leyes, leyes que de una vez por todas cumpla sin miedo al terrorismo de mis sentimientos…
A todos mis amores, firmad este tratado y prometo no volver a poner campos de minas en vuestro camino, prometo dejar a vuestras tropas tranquilas, prometo no invadir vuestra frontera, prometo la cadena perpetua de mi corazón hacia el vuestro…
A todos mis amores…solo quiero una cláusula en nuestro tratado de paz, no olvidéis esta guerra, escribidla en el rincón de vuestra historia, porque cada batalla en la que nos hemos enfrentado hemos perdido valentía, hemos claudicado a veces demasiado pronto y otras, demasiado tarde, saliendo más heridos de lo necesario….pero…a todos mis amores, recordad que también ganamos algo, y eso…hay que tenerlo en el baúl de la memoria, porque la historia se repite una y otra vez
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