sábado, 31 de marzo de 2012

Hoy no va por mi. Ayer se casó uno de mis trozos de alma y por las circunstancias de la vida, los kilómetros y sobretodo el precio del viaje claro, no he podido estar ahí.
Mi pequeño e insignificante regalo para ellos es éste, simplemente por enseñarme que hay momentos de la vida que nos cambian para siempre, la suya fue una noche de reyes, y tengo que decir, que si existe una persona hecha para cada uno, ellos se han encontrado sin ninguna duda...miles de besos para ellos



Y llegó la magia
en esa noche de frío,
y ellos decidieron
quitárselo para siempre.
Una mirada se clavó en otra
y así permanecieron,
observándose durante meses.
Pero un día, ella dijo:
“Me voy”
Y comenzó la sequía en
los labios de él,
pensando que hacer,
pensando que haría…
Y un día él dijo:
“Te sigo”
Y cruzó el desierto
dejando la guitarra
encima de la cama,
para empezar a tocar otra música,
junto a ella, cada mañana.
Y de nuevo él habló y dijo:
“Nunca más sin ti, siempre
compañeros en el camino”
Ella respondió:
“Te quiero, nunca más sin ti,
siempre estaré contigo”

viernes, 2 de marzo de 2012

Fallos vs sonrisas



Algo falla cuando la forma más habitual de contacto con tus amigos es un wassap o un "me gusta" en el facebook, y falla cuando eso se produce porque no hay tiempo para hacerlo de otra forma.

Falla tener que tener dos trabajos para llegar dignamente a final de mes pero sin llevar una vida digna, ¿Qué tiene de digno jornadas de trabajo de 12 horas, firmar contratos de 3 meses y hacer el trabajo de 3 personas? Y eso dando gracias por tener trabajo.

Falla cuando con 27 años no puedes dormir pensando en todo lo que tienes pendiente para el día siguiente o cuando llevas tanto tiempo en un horario infernal que el relojito ese interior empieza a quedarse sin pilas. Cuando tienes una enfermedad que te está jodiendo de dolor y aun así te levantas a las 6 de la mañana todos los días para ir a trabajar.Cuando acumulas experiencia pero no cotizas porque son becas o estás sin contrato. Cuando eres el eterno suplente.

Falla cuando recopilas tus títulos para presentarte a una oferta de empleo y te das cuenta que toda la pasta que has invertido en esa formación solo ocupa sitio en forma de diplomas y que empiezan a parecerse a tu colección de posavasos, práticamente con la misma utilidad.

Falla que la posible solución sea volver a coger un avión, lejos de tu gente. Falla cuando ya hay gente que ha tenido que hacerlo.

Falla cuando todo lo que quieres hacer, lo que realmente quieres hacer, lo vas aparcando continuamente para esperar a que las cosas vayan mejor, pero no ves el final para que sea así.

Falla cuando no te da tiempo a querer en persona, y que para estar con la gente a la que quieres debas planearlo con semanas de antelación para cuadrar agendas, y no precisamente por tener una vida social apretada, sino porque la laboral es excesiva y te deja agotado.

Falla que llegar a casa se convierta en volver a encender el ordenador para seguir trabajando.

Falla cuando sentimos algo por alguien y lo queremos controlar porque creemos que no es el momento.

Falla no saber que hacer para que esa persona que quieres tanto se sienta mejor y que ella tampoco sepa como hacerlo contigo.

Falla que nos creamos tan inteligentes y seamos realmente tan estúpidos, repitiendo errores una y otra vez.

Pero sobretodo, falla que tengamos tantas cosas de las que quejarnos y no valoremos lo que podemos decir que nos saca una sonrisa. 

Porque a mi me saca una sonrisa tener todas las mañanas y noches un wassap de mis amigas de toda la vida y poder contarlas de esta manera las crisis del día y que me den consejo.

Me saca una sonrisa pasar una noche envenenada con un trozo de alma.

Me saca una sonrisa recibir una postal de un amigo que sabe que estoy triste y se acuerda de mi en sus vacaciones.

Me saca una sonrisa tener planeado irme sólo a comer a Segovia con 2 amigas y acabar pasando la noche allí buscando el camino (el que sea)

Me saca una sonrisa que alguien ame tanto a uno de mis puntos cardinales que deje todo y se cruce el mundo para irse con ella.

Me saca una sonrisa ver a la pareja cacharritos "tontos" de nuevo.

Me saca una sonrisa haber convertido ciertos fantasmas en amigos sin los que no podría imaginar mi vida.

Me saca una sonrisa saber que alguien en el Caribe se acuerda de mi cada vez que ve una nube.

Me saca una sonrisa mi jefe cuando me dice que ojalá pudiera hacerme fija y yo le creo, y que mi otra jefa, que hace 2 meses me gritaba sin razones, ahora me llame "Anita".

Me saca una sonrisa tener casos nuevos en el trabajo que suponen un reto.

Me saca una sonrisa madrugar y que ya sea de día.

Me saca una sonrisa el cocido de mi madre y que me diga que estoy esmirriá (Aunque no sea verdad), porque al fin y al cabo es su forma de preocuparse por mi.

Me sacan una sonrisa algunas miradas.

Me saca una sonrisa saber que si tengo que volver a volar, ya no tendré tanto miedo como la primera vez.

Me saca una sonrisa (la más grande de todas) mi monilla cuando me da esos pedazo de abrazos, que con lo pequeña que es, son los más fuertes y saber que dentro de muy poco habrá otra personita a la que querer con locura y poder decírselo siempre que quiera.

Y quizás, solo quizás, si nos paramos a pensar más en lo que nos hace sonreir, empecemos a arreglar los fallos poco a poco