lunes, 23 de abril de 2012

Echar de menos...


Echar de menos: "notar la falta de alguien o algo" o "tener sentimiento y pena por la falta de alguien o algo". Es una locución verbal transitiva.

Echo de menos a tantas personas que ya no se que es vivir sin esa sensación. Algunas están a 2, 5 o 10 horas de avión, otras a 15 minutos caminando. La sensación es más vacía cuanto más cerca, porque sabes que la barrera sólo depende de ti o de la otra parte en cuestión, evidentemente el vacío absoluto es cuando depende del otro.

Echar de menos no se cura con el tiempo, no es como el amor que más tarde o más temprano acabas curándote. Si echas de menos un día a alguien, le echarás de menos para siempre. Ésto ocurre cuando esa persona tiene un trozo de ti, más grande o más pequeño, que hayas tardado más o menos en dárselo. Tiene partes de tu vida que miras en fotos o en la retina y no te los imaginas sin su presencia.

A cada persona la echas de menos de una forma diferente, puede manifestarse diciéndoselo, o con un suspiro cada vez que recuerdas. Puedes añorar su risa, su mirada, su forma de hablar...a mi personalmente me suele pasar que echo de menos el olor...Puedes ir un día tranquilamente en el metro y que pase alguien con la colonia que usa el motivo de tu vacío para que te tiemble el cuerpo y busques alrededor.

Puedes echar de menos a algún amigo/a que se haya ido a buscar un camino mejor o a alguien que besaras sólo durante unos pocos días.

Puedes echar de menos al perro que tenías de pequeña porque nunca tendrás uno tan bueno y fiel. Puedes echar de menos tu primera bicicleta, o un rincón concreto del pueblo. Puedes echar de menos como te sentías entre canales y puentes.

No puedes dejar de echar de menos por que no vas a recuperar los trozos que regalaste. Es de mala educación devolver los regalos. No puedes volver a tener tu bicicleta porque te quedó pequeña y se la diste a tu prima. No puedes volver a tener un perro igual. No puedes resucitar a los muertos. No puedes recuperar a personas que no quieren volver.

Puedes seguir diciendo "Te echo de menos". Puedes seguir suspirando mientras miras algunas fotos. Puedes seguir recordando la libertad encima de una bicicleta entre canales. Puedes seguir sintiendo su olor. Puedes seguir divagando en el teclado de un ordenador. Puedes no volver a regalar trozos de ti. Puedes empezar a tener cuidado y elegir mejor a quién se los regalas. Puedes simplemente seguir regalándolos.

Así echo de menos a alguien....

Echarte de menos es
un desgarro en la tripa,
un vacío en los brazos,
no saber que hacer
sin tu piel en mis manos.

Echarte de menos es
pensarte de noche
fumando un cigarro,
y calentar la cama
con algún extraño.

Echarte de menos es
mirar a los lados
haciendo un camino,
por si te encuentro
y vuelves conmigo.

Echarte de menos es
volver al pasado,
vivir en suspiros,
sentirme tan sola
entre tantos amigos.

Echarte de menos es
levantar la cabeza,
recordar lo reído,
y pensar en la suerte 
de haberte tenido.

de haberte tenido.

viernes, 13 de abril de 2012

La llave del tiempo o el resultado de dos mentes interaccionando...


Salí de casa de Walker sin saber que era la última vez, (curioso siendo la primera que dormía allí). En el felpudo de la puerta encontré una llave, pequeña, como de buzón, y al contestarme él que no era suya, probamos por si podía ser de algún vecino pero no encajaba en ninguna de las pequeñas cerraduras. 
Comenzamos a fantasear con la idea de que era una llave para viajar en el tiempo, y después de varias divagaciones, llegamos a la conclusión de que lo mejor sería empezar por el principio, y de repente, ahí estábamos, huyendo de un dinosaurio un poco agresivo escondiéndonos detrás de los árboles.
“Recuerda no tocar nada, sólo podemos mirar, no se puede cambiar el pasado, sólo aprender de él”.
Así, de salto en salto temporal, viajamos al 10.000 a.C, aprendimos algo de las enseñanzas de Platón, participamos en una orgía romana, vimos la crucifixión de Cristo, los señores medievales nos cobraron impuestos, viajamos en “La Niña” hacia el nuevo mundo, estuvimos presentes en una discusión entre Góngora y Quevedo, Walker votó a Cánovas, o Sagasta, no lo recuerdo bien (yo no pude evidentemente) y por un momento tuvimos que escondernos en las montañas allá por 1937. Brindamos por el fin de la dictadura y nos colamos en el hospital para vernos nacer.
Casi de repente, dimos otro salto, esta vez no intencionado, volvíamos a nuestro tiempo, ya habíamos llegado a la entrada del metro. “¿Qué hacemos con la llave?” me preguntó, “Guárdala, nunca se sabe cuando querremos volver a viajar”. Nos dimos un beso fugaz, como siempre que nos separábamos, eso es porque nunca se sabe cuándo va a ser el último beso, probablemente si supiéramos cuando es la última vez que hacemos algo, pondríamos mucha más pasión en ello.
Ahora me gustaría haber guardado yo la llave para viajar siempre que quisiera al momento justo antes de encontrarla.

jueves, 5 de abril de 2012

Tirando los dados


Al final el día tormentoso me ha hecho dar un empujón al trabajo final de máster, no sin antes pelearme con el destornillador porque me ha tocado montar de nuevo una mesa que quitamos cuando me mudé, y es que la barra super cool del salón está muy bien, pero escribir una tesina en taburetes que están hechos para tomar una copa, te deja la espalda como una cadena de bici desengrasada,con lo que me voy a premiar soltando reflexiones que me han ido apareciendo entre artículos sobre mi temática elegida para la investigación.


He repasado los "acontecimientos" de los últimos meses, que son los que me han nublado y hecho que me mantuviese lejos de algunos de los principios que firmemente me marqué hace tres años que tan bien había cumplido hasta que volví de Adam.
Quizás porque conseguí que lloviera,(evidentemente no me refiero a que haya hecho la danza de la lluvia a lo Ted Mosby), de mi, no de las nubes, o que me cruzara a la razón por la que construí ese muro hace 3 años el otro día y me haya hecho recordar, ahora estoy más tranquila. Es curioso que sea en este momento en el que parece que tengo que volver a plantearme algunas cosas,(empiezo a ver un futuro difuso acercándose el fin de contrato, y las miradas esquivas de mi jefe no me hacen pensar en una posible renovación).., aun así, estoy calmada, la presión siempre me ha hecho reaccionar mejor. Puede que por eso se me diera mejor el trabajo de calle que el de despacho.
"Los errores más grandes que he cometido son los que me han llevado a realizar mis mayores logros", de nuevo, voy a sacar provecho de ello.Y no, no creo que esos "acontecimientos" hayan sido errores, quizás si la forma de tomármelos, pero nada de lo que haya podido decir o hacer ha sido un error cuando me estaba dejando llevar, de vez en cuando hay que darle un empujón al corazón, lo que pasa que el otro también tiene que hacerlo, y eso es más complicado.
Puede que sea hora de tirar los dados, ...mmm...¿Qué hacer?. Se me plantea la siguiente opción:
Buscar trabajo de lo que sea para subsistir, idea que puede ser la inmediata al menos hasta el verano que termine el máster. para después, la que me lleva dando vueltas a la cabeza tiempo, volver a hacer las maletas pero quizás esta vez de forma distinta...Primero alguno de esos viajes pendientes mochila al hombro y puede que después asentarme en algún punto del planeta, uno desde el que pueda ver Orión en condiciones.

8 + 8 puede ser igual a 2
Un cambio de aires en todos los sentidos. Huyendo de nuevo de la ciudad del ruido,no algo permanente, mi dependencia de la civilización estresada y del bullicio creo que es demasiado grande como para plantearlo de forma definitiva.
Puede que sólo hasta que se calmen los aires de pesadumbre que nos azotan, y no me refiero únicamente a la crisis, porque si sólo me rondara la crisis económica la maleta la haría de vuelta al nido. La crisis mental del cansancio de haberme especializado en trabajo social sentimental, que ya empieza a saturarme. Al menos podría ser remunerado, aunque supongo que eso tiene otro nombre. De echo, hoy mi buen amigo D me ha planteado una idea de negocio, precisamente sobre trabajo social sentimental y/o sexual, no en plan madames, que para eso no estamos, pero si que creo que si la peña no tuviera tanto complejo sexual, no tendría tantos lastres en los demás aspectos de su vida.
En fin, que a lo mejor estoy divagando sin sentido y dentro de unos días me renuevan, aun así, si no es el caso, es sólo cuestión de abrir otras puertas que permanecían entornadas hasta ahora, nunca cerradas, no cierres puertas a la vida, nunca sabes si perderás la llave y alguien la usa para viajar en el tiempo, y es que nunca se conocen los múltiples usos de una llave o el resultado de dos mentes interaccionando en un momento dado (de esto hablaremos más adelante).


domingo, 1 de abril de 2012

Diálogos sobre el sueño


-       -   ¡Qué bien!, me ha dado tiempo a soñar.
-       -  Eso es imposible, has dormido muy poco tiempo.
-       -  Pues he soñado, te lo juro
        - ¿Y era un sueño bonito?
-       - Precioso, de esos sueños de los que nunca te quieres despertar, de esos que hacen que te despiertes con una sonrisa, de los que intentas volver a dormir para seguir soñando lo mismo.
       - ¡Cuéntamelo!
-       - No puedo, ¿Conoces esa sensación de cuando el sueño va desapareciendo de tu mente según pasas más tiempo despierto?
-       - Si, es una pena.
   -  ¡No! Aunque el sueño desaparezca, lo mejor de todo es saber que has soñado, saber lo que te ha hecho sentir, y sobre todo, saber que en el momento más inesperado, puedes volver a soñar.