lunes, 14 de agosto de 2017

De los amantes en general y de ti en particular II

Cada vez que yo me estrello
contra una armadura oxidada,
te pido un rescate en la cama
y dormir un rato en tu pecho.

Recuperas mis madrugadas
me enredas las manos y el pelo,
me quitas su olor con tus dedos,
tu cuerpo en el mío, manda.

Fumo mientras te marchas
arrancas el coche y te alejas,
hoy no pienso en otra tierra
y me arropo de ti con mis sábanas.