lunes, 14 de octubre de 2013

"Sólo" era un hombre, un hombre joven, de un pueblo del sur de Badajoz que casi linda con Huelva. Un hombre normal, de su época, se había casado joven, ya tenía un par de hijos y vendría alguno más después. Se llamaba Narciso.
Sólo era un hombre al que se encargó dirigir la obra de la construcción del ferrocarril entre Zafra y Huelva. Tenía bajo su cargo unos cuantos obreros, uno de ellos era un muchacho más "débil", no tenía la suficiente fuerza para cargar los trozos de vía o hacer trabajos que requerían más esfuerzo físico. Los compañeros se burlaban de él y pedían a Narciso que le despidiera, que les atrasaba en el trabajo y les estorbaba.
Era finales del Siglo XIX, había hambre, aunque eso no ha cambiado en exceso, y Narciso no les hizo caso, encargó a este muchacho las tareas administrativas, todo eso "que no se ve", pero que para cualquier cosa es necesario, no dejó que este chico pasara penurias, no le juzgó por no ser lo que se esperaba de un hombre en aquel momento. Él quería estudiar, había conseguido una beca, pero sin ese salario no podría hacerlo. Y las obras llegaron a su fin.
Unos años después, Narciso fue acusado de un delito, ojalá supiera cual, era algo político pero aún no he averiguado exactamente la razón.
Le detuvieron y le llevaron para ser juzgado a Zafra. Cuando entró en la sala se sentía prácticamente condenado, pero según avanzaba por el pasillo, la mirada del juez se iba volviendo más bondadosa. Narciso no entendía el por qué, hasta que le tuvo a sólo unos pasos y le reconoció, ese muchacho al que había ayudado tanto tiempo atrás. Le recordaba, le agradecía tanto con la mirada lo que había hecho por él...un pequeño gesto que le había hecho llegar a donde estaba.
Ese mismo día Narciso volvió a su pueblo, con su mujer, con sus hijos, el mayor era mi abuelo, panadero, que en la posguerra, regalaba el pan a pesar de que prácticamente no tenía para alimentar a sus hijos.
Yo no les conocí, nunca pude besar a mi abuelo, pero tantos años después, me siguen enseñando cosas. Todo vuelve.

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