sábado, 10 de noviembre de 2012

Soy un cuerpo sin prisa desde que bailaste entre mis piernas aquella noche.
Al fin y al cabo, sólo somos un par de mentiras que necesitaban
llenar el espacio frío de la cama.
Te perdonaré la insolencia de demostrar mi teoría sobre la expectación,
pues tú tampoco te quedaste a darle sentido a nuestras falacias
y convertirlas en verdades cuando amaneciera.


Por el momento...hasta que vuelva a creer...
http://www.youtube.com/watch?v=OHj-neAcm9k

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